viernes, 28 de octubre de 2011

Al mejor postor

Milena hizo la travesía infinita, esa que lleva a los hombres a encontrar su destino. Se dio cien mil vueltas por el universo, vagó por las estrellas, saltó constelaciones, se bañó en la vía láctea, inundó sus pulmones con polvo lunar.

Miró hacía el horizonte; giró hacía todos lados, buscando darle un nombre a su nuevo hogar, pero en la segunda vuelta, mientras sonreía a los astros, sus ojos se posaron demasiado cerca de la realidad, y entendió, cómo sólo logran hacerlo las almas que viven entre dos mundos, que a pesar de ese viaje, que demoró eones, se encontraba donde siempre había estado… Sentada frente al mejor postor.